Tirones del coche, cuando tu motor te avisa que algo no anda bien...

Publicado en20/07/2018
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Tengamos el vehículo que tengamos, lo más seguro es que tarde o temprano acabemos pasando por el taller. Ya sea para hacer una revisón de rutina, o debido a cualquier avería. Y son estas últimas precisamente, (las averias) las que más tiempo y dinero nos pueden hacer perder.

Algunas averías ocurren de manera inesperada y otras tantas, te avisan antes de tener lugar. Uno de esos avisos de que una avería está por llegar suelen ser los tirones. Si cuando arrancas o aceleras, tu vehículo los hace, puede que estés ante un aviso de que algo no funciona como debería y que va siendo hora de pasar por el taller, para poder así evitar males mayores...


¿Por que el motor de mi coche da tirones?

Independientemente de la gran diversidad de averías que puedan implicar; el origen de los mismos pueden agruparse de forma general en ciertas áreas. Dichas áreas son suciedad, fallos electricos y mecánicos.

La suciedad, esa gran 'olvidada'

Basta con que en cualquier pieza del sistema de combustión se acumule más suciedad de la que debería, para que dicho proceso deje de ejecutarse de forma óptima. No obstante hay ciertas piezas, que debido a su importancia, al ensuciarse de más, pueden ocasionar una pérdida de potencia significativa y por ende mayor consumo de combustible .

- Inyectores: Como cualquier otra pieza de nuestro vehículo, los inyectores sufren desgaste y acumulan suciedad con el paso del tiempo. Normalmente dicha suciedad es producto de los residuos provenientes del combustible, que el filtro de combustible no puede filtrar. Si es leve, notaremos leves sacudidas al arrancar y acelerar, de lo contrario el inyector puede dejar de funcionar, y con el, el  cilindro al que alimenta. Dando como resultado la pérdida de potencia, o que en casos de obstrucción extrema, el vehículo no encienda.

- Filtro de combustible: Tal y como se ha comentado más arriba, el filtro de combustible es una malla de protección que evita que las impurezas y residuos del combustible lleguen al circuito de inyección del vehículo, a la bomba de presión, al circuito de alimentación o a los inyectores. Basta con que se reemplazen de forma regular para evitar males mayores.

-Filtro de particulas: El filtro de particulas (dpf para los vehículos diesel) es el encargado de retener las partículas contaminantes producidas por la combustión antes de que sean liberadas a la atmósfera. Dentro de sus paredes porosas retiene las partículas sólidas de los gases de emisión; con el objetivo de liberarlas - previo tratamiento - durante el proceso de regeneración. Una vez reducido considerablemente, su nivel contaminante.

Dicho proceso de regeneración se lleva a cabo de forma automática, y además de 'tratar' las partículas almacenadas dentro de sus paredes para que contaminen menos; es el encargado de efectuar la limpieza del fitro de partículas.

Lo que sucede es que muchas veces, dicho proceso de regeneración no se lleva a cabo, y el filtro de partículas termina tan obstruido, que ejerce como un tapón del tubo de escape. Y a consecuencia de esto, el vehiculo pierde potencia, y son afectados de forma negativa, otros componenentes como los inyectores, el turbo, las válvulas EGR, y los colectores de admisión.

Fallos mecánicos, los más comunes

Cuando un vehículo presenta tirones, y estos suelen tener su origen en fallos mecánicos, dichas averías suelen por regla general estar ubicadas en las siguientes áreas:

- Caja de cambios: El exceso de killómetros, o la falta del adecuado mantenimiento suelen ser las causas principales de un mal funcionamiento de las cajas de cambio manual.

- Cable de acelerador: De todas las averías mencionadas en este artículo, esta es la más inofensiva de todas. Ya que aunque en principio pueda parecer igual de grave que las otras, suele solucionarse reemplazando dicho cable, y no presenta mayor peligro que la incomodidad de percibir esas 'sacudidas' que da tu vehículo a la hora de arrancar o acelerar.

Fallos eléctricos, los más incómodos

Estos en nuestra opinión, son los más molestos. Ya que no suelen avisar,  y pueden ir desde algo tan simple como la rotura de algún punto del cableado; hasta la avería de una bobina o la centralita.

- Fallo de las bobina La bobina  se deteriora fundamentalmente por conducir a altas revoluciones. En los aquellos automóviles que cuentan con más de una bobina, si alguna de ellas se estropea, hará que nuestro vehíiculo vaya a trompicones. En cambio, si cuenta únicamente con una bobina directamente no arrancará.

- Centralita averiada: La centralita, o unidad de control, es la encargada de controlar el correcto funcionamiento de tu vehículo, controlando la inyección de combustible, el control de arranque, y las marchas. Así como otros sistemas de vital importancia, como son el abs, el cierre centralizado y  el esp.  Por lo que una centralita averiada puede conllevar fallos en cualquiera de los sistemas anteriormente mencionados, y por supuesto ocasionar que sientas esos molestas sacudidas tanto a la hora de arrancar, como a la de acelerar.

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