Coches electricos : Todo lo que necesitas saber
Con cada año que pasa los coches electricos ganan más espacio en el mercado del automóvil. Cada día son más los que eligen un vehículo impulsado por electricidad como su medio de transporte principal. ¿Pero son realmente una alternativa seria a los vehículos tradicionales?. Pues es precisamente eso lo que trataremos de dilucidar en esta entrada.
Breve historia de los coches electricos
Aunque pueda sonar a disparate, la historia de los vehículos electricos se remonta hasta el 1832. Si exactamente, el siglo 19... En ese año el inventor Robert Anderson tuvo la genial idea de equipar un carruaje ( si esos carros impulsados por caballos ) con uno de los primeros motores eléctricos de aquella época. El primitivo prototipo era alimentado por una enorme batería no recargable y alcanzaba la 'sorprendente velocidad' de unos 6 km/h. Todo un record para su tiempo ...
Luego entre los años 30 del siglo 19 y los 20 del 20, existieron en circulación taxis eléctricos, que debido a su poca demanda, y su más que dudable autonomía; fueron poco a poco dejándose de fabricar, llegando a su fin en la década del 1930.
Hubo que esperar hasta las crisis del petróleo de la década de los setenta para que la industria del automóvil volviese a ver al automóvil eléctrico con otros ojos.
No obstante no sería hasta la década de los 90, cuando General Motors lanzó el primer automóvil moderno impulsado por electricidad. Y aunque su estancia en el mercado fue corta (se dejó de fabricar en el 2002), si sirvió para abrir camino a la actual generación de vehículos eléctricos de la cual hablaremos en este artículo.
Diferencias con los de combustión
La realidad es que no son tan distintos y el esquema de funcionamiento de ambos es bastante similar, por lo que muchos de sus elementos actúan de la misma manera. A excepción por supuesto, del motor.
Ventajas del coche eléctrico sobre el de combustible
Menor coste por km recorrido: Un coche eléctrico puede llegar a consumir hasta 3 veces menos energía por km recorrido que uno convencional. O dicho de otra forma, te costará hasta 3 veces menos llenar el depósito.
Cero contaminación: los coches eléctricos no emiten ningún contaminante a la atmósfera, lo que hace que se reduzcan considerablemente los niveles de polución del aire y que mejore el estado de salud de los ciudadanos.
Motor igual de potente y más fiable: Un motor eléctrico es igual de potente que uno de combustión. Y aunque no llegue a superar a los de combustible en cuanto a velocidad, si lo hace en cuanto a su fiabilidad. Ya que al reducir las partes mecánicas en movimiento a su minima expresión, y ser mucho más sencillo, hay mucho menos posibilidades de que sufran una avería.
Silencio total: los vehículos eléctricos ofrecen una experiencia de conducción, que se caracteriza por el desplazamiento suave y silencioso. Esto se logra gracias a la ausencia de piezas móviles en el motor, por la ausencia de explosiones en el proceso de combustión, pero también gracias a poder prescindir de un sistema de escape, que suele ser la principal fuente de ruido en un automóvil convencional.
Inconvenientes de los vehículos eléctricos
- Poca autonomía: Aunque con el paso de los años han mejorado mucho en este aspecto. La autonomía de los eléctricos dista mucho de poder hacerle competencia a la de los convencionales. Puedes moverte facilmente por la ciudad sin agotar la batería, pero si quieres ir de Sevilla a Madrid mejor piensa en otro medio de transporte...
- Coste de adquisición: A pesar de que estos tienen menores costes de operación y mantenimiento, los vehículos eléctricos tienen un coste de adquisición mucho más alto que el de uno convencional. Además el coste de las baterías, sigue siendo un factor en contra.
- Vida útil de las baterías: un conjunto de baterías para un vehículo eléctrico, puede tener una vida útil que oscila entre los 160.000 y los 200.000 kilómetros, lo que, sumado a su alto coste, representa una gran desventaja frente a los vehículos tradicionales.
- Pocas estaciones de recarga: Aunque es verdad que en grandes urbes como Madrid o Barcelona, esto no es un problema grave. A día de hoy la implementación de estaciones de carga está lejos de ser la requerida.
Entonces, son realmente una alternativa razonable?
Por supuesto, siempre que consideremos usarlos dentro de sus limitaciones naturales. Para el uso diario en ciudad, ir al trabajo o hacer las compras son perfectos. No obstante, si planeas hacer viajes por carretera, tendrás que tener a mano uno de combustión de los de toda la vida. Por lo que la mejor opción sería tener el eléctrico para el uso diario y el de combustión para los viajes por carretera.
¿Dan algún tipo de ayuda por comprar un vehículo eléctrico?
Si, y el plan de ayuda de este año se llama VEA. Y al igual que ha ocurrido en planes de ayuda anteriores, este incentivo a la compra de un vehículo eléctrico se deberá solicitar a través de los propios concesionarios y puntos de venta autorizados.
Unos últimos concejos acerca de su mantenimiento
Es verdad que los automóviles eléctricos necesitan pasar menos por el taller, pero eso no significa en medida alguna que no necesiten un mantenimiento periódico.
Como ya hemos comentado anteriormente en este artículo: la mecánica que mueve los eléctricos es mucho más simple que la de los de combustible. Ni embrague, ni correa de distribución, ni filtro de partículas, tubo de escape, y así hasta contar un 60% menos de piezas... A continuación te hacemos un breve resume de aquellas partes que si necesitarán de un mantenimiento periódico:
- Neumáticos: Como en el caso de sus homólogos, los automóviles eléctricos también desgastan sus neumáticos y necesitan ser cambiados con la misma frecuencia.
- Frenos: Los vehículos eléctricos cuentan con frenada regenerativa, que hace que las pastillas sufran un desgaste menor que los vehículos de combustión, pero eso no significa que no llegue un momento en que haya que cambiarlas.
- Líquido refrigerante de las baterías: Debe cambiarse según las especificaciones del fabricante, de promedio cada 80.000 km y 120.000 si es el primer cambio.